29 mayo 2006

Preámbulo (V): La herencia

Estos rasgos, entre otros, no son sólo sedimento de la tradición, sino que constituyen una vía de expansión de la cultura andaluza en España y el mundo y una aportación contemporánea a las culturas globales. El pueblo andaluz es heredero, por tanto, de un vasto cimiento de civilización que Andalucía puede y debe aportar a la sociedad contemporánea, sobre la base de los principios irrenunciables de igualdad, democracia y convivencia pacífica y justa.


Leí este párrafo ayer por la noche detenidamente varias veces y reconozco que me costó conciliar el sueño. Entre imágenes de pesadilla, llegué a la conclusión de que no dice absolutamente nada, que por otro lado es lo que pensé desde un principio. Las palabras están colocadas de tal forma que pueda pasarse limpiamente sobre ellas y sólo quede el ruido de la propaganda: tradición expansión contemporánea globales cimiento contemporánea igualdad democracia convivencia pacífica justa. Al final, se acelera. Claro está que la trampa se coloca subrepticiamente al principio: "entre otros", dicen. Como quien no quiere la cosa. O sea que además de los rasgos que nos diferencian (las ciudades en clave humana, la frontera, la interculturalidad de las prácticas y los hábitos, la pluralidad acrisolada y todo eso, los ¡rasgos-que-nos-diferencian!) hay otros rasgos que, como no nos diferencian, no deben de ser muy nuestros, y callamos, como Lázaro y el ciego con el racimo de uvas. El resto es palabrería hueca: los rasgos se convierten en vías de expansión (!) que aportar a las culturas globales, sin que sepamos qué pueda ser tal cosa, aunque conviene fijarse en el empleo del plural. Si no queda nadie distinto con quien aliarse, ya me dirán qué hace la madre patria con el gesto compuesto, tendiendo en el vacío la intercultural y plural mano, histórica y geológicamente acrisolada, sin jamás renunciar a la igualdad-democracia-convivencia-paz-justicia en la sociedad contemporánea (valórese en su justa medida el singular). Una sociedad, muchas culturas. La piedra filosofal. O Andalucía conduciendo a su pueblo a la tierra prometida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Permítame, Sr. Argantonio, otra mirada sobre el párrafo:
"Estos rasgos... constituyen una vía de expansión de la cultura andaluza en España y el mundo y una aportación contemporánea a las culturas globales. (...)un vasto cimiento de civilización que Andalucía puede y debe aportar a la sociedad contemporánea..." del mundo mundial.
Traducido a lenguaje clásico, eso se llama una voluntad de destino en lo universal. Amén. Blas Franco o Francisco Infante diría.