27 junio 2006

Artículo 10: Lô ohetibô (IV)

8º La convergencia con el resto del Estado y de la Unión Europea, promoviendo y manteniendo las necesarias relaciones de colaboración con el Estado y las demás Comunidades y Ciudades Autónomas, y propiciando la defensa de los intereses andaluces ante la Unión Europea.
Bueno, vale, las necesarias, pero ni una más.

9º La realización de un eficaz sistema de comunicaciones que potencie los intercambios humanos, culturales y económicos.
Los "intercambios [de] humanos" quiere decir, salvo que la cultura y la economía que se quieran potenciar sean las de los macacos de Gibraltar.

10º El desarrollo industrial y tecnológico basado en la innovación, la investigación científica, las iniciativas emprendedoras públicas y privadas, la suficiencia energética y la evaluación de la calidad, como fundamento del crecimiento armónico de Andalucía.
No entiendo que tiene que ver el crecimiento armónico con todo lo anterior. Y lo de la "suficiencia energética" es algo que me resulta por completo inaprehensible (¿los molinos de Tarifa nos la van a garantizar?, ¿cómo se hace de Andalucía una tierra autosuficiente en materia energética?, ¿con las inversiones en investigación científica, que son algo así como el 2% de las de algunas universidades americanas?). Aunque bien podría ser un reflejo de las consignas del nacionalismo catalán. Pediremos entonces alguna opita. Que no se olvide incluirlo en el próximo programa electoral.

11º La incorporación del pueblo andaluz a la sociedad del conocimiento.
Pues nada, que se incorpore el pueblo, pero que lo haga despacito, que hay alto riesgo de sufrir mareos.

12º La modernización, la planificación y el desarrollo integral del medio rural en el marco de una política de reforma agraria, favorecedora del crecimiento, el pleno empleo, el desarrollo de las estructuras agrarias y la corrección de los equilibrios territoriales, en el marco de la política agraria comunitaria y que impulse la competitividad de nuestra agricultura en el ámbito europeo e internacional.
¿Pero quién es el ágrafo que ha parido esta frase? Es lo que pasa cuando se mezclan las copulativas con las subordinadas, que por lo menos hay que saber escribir. El apartado es desde luego para enmarcar, partiendo de que determina por ley que las políticas relacionadas con el "medio rural" (se nota que les gusta la expresión) tendrán que contemplar la "planificación" y la "reforma agraria", conceptos que tienen una carga ideológica lo suficientemente significativa como para pensar que si no pretendieran perpetuarse en el poder a nadie podría habérsele ocurrido incluir algo así en un texto estatutario. Ni se les pasa por la cabeza que puedan ganar unas elecciones individuos que no crean necesaria ningún tipo de "reforma agraria" (sea eso lo que sea). El PRI como modelo. Luego está lo del "desarrollo de las estructuras agrarias" (me lo expliquen). Y lo de la corrección de los "equilibrios territoriales", que es definitivamente de traca. Será desequilibrios, digo yo. Al final cambia al plural mayestático. "Nuestra agricultura", dice, y así se sienten competitivos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La reforma agraria en la constitución... esto no sólo es un chiste, es un disparate partidista.

Argantonio dijo...

Sí, aunque es algo que se arrastra desde atrás. La Constitución es bastante neutra en este sentido, pues en su artículo 130 se limita a decir: "Los poderes públicos atenderán a la modernización y desarrollo de todos los sectores económicos y, en particular, de la agricultura, de la ganadería, de la pesca y de la artesanía, a fin de equiparar el nivel de vida de todos los españoles". Es también un precepto con fecha de caducidad, no pensado para durar en el tiempo, pero bueno.

En cambio el Estatuto vigente ya recoge en sus objetivos (artículo 12) el siguiente apartado (que es el undécimo y último): "La reforma agraria entendida como la transformación, modernización y desarrollo de las estructuras agrarias y como instrumento de una política de crecimiento, pleno empleo y corrección de los desequilibrios territoriales", que es lo mismo que ahora pero mejor escrito. En 1980 esto podía entenderse (no sé si justificarse), pues entonces el sector agrario tenía una participación en el PIB muy superior a la actual, la "cuestión social" estaba entonces candente y determinadas ideas "de izquierda" parecían haberse impuesto con un amplio consenso social (la idea de que el campo necesitaba una profunda reforma era una de esas ideas). Pero que ahora se mantenga ese precepto es por completo absurdo, ridículo e incomprensible, aparte de sectario e inaceptable. Que lo lleven en el programa electoral.

Anónimo dijo...

Sólo hace falta imaginar la situación inversa para darse cuenta de lo inaceptables que son estas cosas.

El PP accede al gobierno andaluz y pacta con el PA una reforma estatutaria, con la oposición del PSOE. Entre el articulado del nuevo Estatuto aparecen menciones a la ineludible obligación de garantizar la educación religiosa en centros públicos en términos de igualdad con otras asignaturas, propósitos de privatización a medio plazo de las empresas públicas y progresiva retirada de las subvenciones especiales a actividades deficitarias.

No quiero ni pensar la que se formaría.

mayo dijo...

Como "miembra" del pueblo andaluz me resultó tremendamente difícil incorporarme a la sociedad de la información con el actual estatuto. Menos mal que los políticos piensan en nuestro bien y cuando aprueben el nuevo estatuto los ordenadores y las conexiones a internet caerán de los árboles.

Ah, y ya era hora de que desde Andalucía se corrigieran esos molestos equilibrios territoriales. ¿?¿?¿?. ¿Pero quién es el lumbrera que está redactando el proyecto de estatuto?.