29 junio 2006

Quién hace el ridículo

El Consejo de Gobierno Andaluz difundió hace unos días una nota ante la proximidad del Debate sobre el Estado de la Comunidad en la que al final, entre el oropel de sus vergüenzas, refulge este párrafo impagable:

El Gobierno andaluz respeta escrupulosamente la mayor amplitud del debate democrático en todos los órdenes y es plenamente consciente de que la discrepancia es consustancial al mismo, pero no permanecerá impasible ante los intentos de trivializar, deslegitimar o incluso ridiculizar a los andaluces, falseando o manipulando sus razonables aspiraciones recogidas en el proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía.
No, hombre, no, pero qué coño os habéis creído. Aquí nadie se ríe de los andaluces (yo soy andaluz), nos reímos de vosotros, de vuestro proyecto antediluviano, de vuestras mentiras y de vuestras delirantes y megalómanas aspiraciones de nuevos ricos y de parásitos, más ridículas que el flequillo de Anasagasti.

Nos reímos por no llorar.

9 comentarios:

Enrique Baltanás dijo...

¿Nos reímos? Sí, por no llorar

canalsu dijo...

Bueno Argantonio, hombre, no te pongas así. Al menos la "nota" se entiende y se "comprende".

¿No vistes el debate?

Estamos celebrando el centenario de Billy Wilder y Chaves quiso dedicarle un homenaje sentido acompañado de sus "meñoras Martínez", la del PP, la de IU y la del PA en medio de sudores y pasmos dialécticos que convirtieron la tarde en una sesión memorable.

Como Martínez y las señoras Caballero y González lo pusieron al día de lo que promete y lo que es, sólo le faltó terminar diciendo aquel final de "Con faldas y a lo loco:… nadie es ferpecto, meñora Martínez"

Anónimo dijo...

lo de siempre, ellos, sólo ellos, son Andalucía y al final resulta que Maragall tuvo en ellos a sus maestros, pero el del bigotín y la sonrisa china al menos se va, pero es que a estos no hay quien los eche.

Anónimo dijo...

Yo creo que están convencidos de que si nos echan a unos pocos, esos que buscamos un rato para escribir en estos mínimos espacios de libertad, se quedarán con "el santo y la peana", "con la voz y el silencio", con la luz y nos darán la obscuridad, se quedarán con la dignidad y nos darán el olvido. ¿Porqué esto me recuerda cuando empezaba en la Universidad y me creía que Franco era un dictador, que lo era, y no me produce sino melancolía y no ilusiones de juventud?. Y lo peor es que estamos gobernados por ignorantes!.

callesierpes

Anónimo dijo...

Yo no me río de los andaluces, yo me río de Chaves, el hombre que coloca a su niña en las empresas que contratan directamente con la Junta. El mismo PSOE de Almería las denuncia por corrupción. Claro está que eso no le pilla de nuevas a Manolo: ya se sentó en un gobierno corrupto, sus compañeros de gabinete fueron condenados por crímenes de Estado, y en Andalucía la corrupción sigue campando por sus respetos.
Nota Final: Yo me río del Estatuto porque me sale de los cojones. No sé si me mexplico...

Anónimo dijo...

Nota: Anasagasti no tiene flequillo, sino ensaimada. ¡Qué más quisiera él!

mayo dijo...

La frase se las trae. En primer lugar utiliza las mismas tácticas de los nacionalistas catalanes en cuanto a identificar a los políticos andaluces con todos los andaluces, y la crítica a los proyectos políticos con la descalificación de "los andaluces". Con lo cual enlaza de un modo sutil con el totalitarismo democrático tan querido por el actual PSOE: los políticos son elegidos por "el pueblo", luego representan la "voluntad popular", luego cualquier discrepancia se puede considerar como oposición al pueblo y a la democracia.

En segundo lugar es un ejemplo perfecto de sí, pero no. El debate y la discrepancia son buenos, pero sólo mientras no debatan ni discrepen demasiado. De entrada se afirma como una verdad innegable que las aspiraciones recogidas en el proyecto son razonables y legítimas, afirmacíón que ya de por sí estrecha enormemente el posible campo de crítica y debate racional. Si se da como verdadero que el estatuto es razonable y legítimo, poco lugar queda para criticarlo. Pero es que tampoco se puede trivializar ni ridiculizar. Nada de humor, nada de sátira, ningún chiste. Poco espacio queda para ese debate y discrepancia alabados al principio de la frase con tan poco entusiasmo y tan pequeña boca.

En tercer lugar, se mezclan en un batiburrillo nada inocente los conceptos trivializar, ridiculizar, manipular y falsear. Trivializar y ridiculizar el proyecto de estatuto es lo que hace la inmensa mayoría de los ciudadanos andaluces, que no le hacen ni caso (desafortunadamente, por cierto) o se lo toman a cachondeo. Son actitudes que nada tienen que ver con las de manipular o falsear, que son siempre rechazables.

La sensación que me queda después de leer este párrafo es que el Gobierno andaluz no verá con buenos ojos que se intente FALSEAR el estatuto pero tampoco que se lo intente FALSAR. Hay que ver lo que cambia todo con una "e" de más o de menos.

Anónimo dijo...

Sería interesante averiguar cuántos miembros del gobierno andaluz conocen el significado de la palabra falsar.

Argantonio dijo...

Yo apuesto a que ninguno.